PROSA CASTELLANA

Un sueño dentro de un sueño


Corriendo por un oscuro bosque bajo la débil iluminación de la luna, aquella figura femenina se dejó caer por un despeñadero chocando bruscamente con las aguas tranquilas de la mar.
Quedóse después atrapada por unas algas que la agarraban, cayendo mas tarde, inconsciente. Despertó en una playa solitaria y confusa. Echó a correr débilmente por el bosque que allí se encontraba. Un desconocido y feroz animal la atacó. Pero antes de hacer el que podría haberse llamado "el ultimo alzar hacia el cielo", un muchacho apareció de la nada y la salvó.
Los días transcurrían en ese mundo en el que sólo habitaban le joven chica y su salvador, cuya relación acabó siendo amistad.
Una noche estrellada en la que contemplaban juntos el firmamento, la chica le preguntó a aquel muchacho si los sueños se hacen realidad y él le respondió con una sonrisa, pues ambos sabían que el lugar donde se encontraban era una camino hacia los sueños. Prometiéronse descubrir lo que no sabían al mismo tiempo que el otro.
Aquel juguetón presente hizo que un día la chica cayera por un despeñadero que no llevaba a ninguna parte y en el que caías eternamente sin llegar nunca a tocar tierra firme. Pero apareció aquel muchacho salvándola de nuevo. Esta vez mostrándole su secreto más guardado: las alas de un ángel. Cuando volvieron al bosque, el caprichoso cielo quiso hacerse con el alma de la joven chica. Pero haciendo un pacto con su destino, quiso el muchacho entregar su propia alma por la de la joven, y tal destino aceptó.
Ahora, mientras el joven muchacho fallecía entre brazos de su amiga ésta le preguntó por qué hacía tal cosa por ella. Él le contesto que por una extraña razón aceptaría todo el dolor para que ella no supiera lo que es sufrir, que moriría por ella si supiera que viviendo sería feliz, que no le importaba lo que le pasara a él mientras ella estuviera bien, pero que no entendía el por qué.
Ella sabía el por qué, pues esas palabras le mostraban que él estaba enamorado de la misma forma que ella acababa de enamorarse de él. Así pues ambos cumplieron la promesa que en una noche estrellada se hicieron.
Con lágrimas en los ojos, las joven muchacha entregó también su alma al cielo pero éste la rechazó pues quería el alma de aquel ángel enamorado. Sabiendo que ella no podría convencer al destino de nuevo, el mar la reclamó por segunda vez ya que la primera, un sueño la salvó.
Así pues, alma de ángel fue entregada al cielo y alma de la joven al mar con dos sueños en común: el uno hecho realidad; haberse encontrado dentro de tal sueño. El otro siendo realidad eternamente estando juntos.
Todo aquel que crea que el segundo sueño no puede ser posible ya que cielo y mar nunca se juntan, está del todo equivocado pues allá en el horizonte ambos se juntan y nadie los podrá separar ya que el llamado horizonte es un sueño... y los sueños se hacen realidad.


Kyle Gallager


Jennifer Dionela ( 1. ESO)

...de estrellas


El amor ha venido a visitarme disfrazado de un ser vagamente opuesto a mi. La persona menos adecuada ha llegado a mi vida y con su batir de palabras, que yo cacé al vuelo me ha engatusado.
Pero, a pesar de eso, yo siento que no se lo puedo decir, conozco los caprichos del amor, sé que el momento menos querido va a llegar y mi alma no se va a poder recuperar.
Cada minuto que pasa la esperanza se apaga, la llama que nunca pensé en alimentar, el fuego que despierta en mí, las ansias de verlo cada día, las ganas de hablar con él, la ilusión de saber que llegará, de saludarlo cada día, la desesperación convertida en llanto, el sonido silencioso de las lágrimas al caer sobre la almohada, el gesto de secar las lágrimas con la mano, el disimulo, el intento de retener el llanto delante de él, el sonido quedo de mi alma al recordarle, el rumor de queja que atraviesa mi puerta, la desolación que abastece mi alma, el pensamiento que peca cada día al buscar formas de solucionarlo, mi imaginación, cuando la dejo volar, para saber que nunca lo tendré y sobre todo mi corazón, que cada día se quiebra un poco más.
Cada día pecar con indulgentes pensamientos sobre soluciones que jamás me atrevería a realizar, ese pecado que en mi mente deja rastro es sustituido por el dolor, porque sé que llegará el día en que no lo vuelva a ver y él se irá, sin tan siquiera saber mis sentimientos. Entonces la llama y el fuego serán extinguidos por la cólera, por no haber sido capaz de decírselo, me maldigo día y noche, pero no encuentro la fuerza suficiente para poder hacerlo.

La desesperación llega con su hatajo de verdades a medias, que siempre se convierten en mis viles compañeras y socias, el mismo dolor es mi fiel aliado y cómplice que, poco a poco y puñalada tras puñalada, va envenenándome por dentro. La angustia lo acompaña a encontrarse conmigo, ella es una consejera a quien caso hago, me convencen sus razones y explicaciones, es una febril movedora de masas que entra en mi corazón cada noche para llenarlo de pesares y declives. Más tarde llega el llanto, mi hermano de sangre que seca mis ojos, moja mi almohada y es primo del dolor, de él se vale para embaucarme con sus mentiras, me dice que sin él naufragaré e iré a la deriva en un mundo donde los muertos se quedarán solos y los vivos querrán estar muertos para no mustiarse y morirse de pena.
La soledad que me abruma no se cura con amistad, quiebra mi corazón y lo llena de oscuridad a la vez que de castigos, mi pensamiento vuela de un lado a otro sin poder fijar otro destino que él.
Mi vida es un suplicio que sólo alivia su voz, sus palabras posándose amablemente en mi hombro para transportarme a un estado de éxtasis emocional, donde mis sentidos se cruzan con mi incertidumbre y todo él se convierte en la reliquia que guarda mi corazón, el pensamiento que nunca se debe decir en alto, la voz de la muerte llamando de noche a una casa, la boca del lobo que me invita a pasar, el llanto que por mis ojos resbala, la huida desenfrenada de mi ser por escapar del dolor que me produce, el fulgor de la oscuridad de sus ojos, la doctrina que estoy obligada a acatar muy a mi pesar.
Para mí es mi cielo y mi infierno, pero vaya contradicción, porque es el amo de mi pesar.

Nara

Nara Giménez ( 3 ESO)

 

Un recuerdo

UN RECUERDO


Era una mañana como cualquier otra del mes de octubre. La lluvia caía fina y tímidamente y yo desde mi ventana, la contemplaba caer formando pequeños charcos que poca gente se atrevía a pisar.
Yo, miraba como los coches al pasar, salpicaban miles de gotas de agua que iban a parar al aire.
A lo lejos, un chico caminaba con la mirada baja, no llevaba paraguas, cada vez se acercaba más, hasta que al final lo reconocí: era él.
Aún recuerdo lo que sentí cuando, en su día, pronunció esas palabras que me habían hecho tanto daño:
" No quiero que me odies, sólo quiero que me comprendas. He conocido a otra chica y me estoy enamorando de ella. Lo siento pero contigo no puedo seguir ".
Delante de él me mostré indiferente, pero al llegar a mi casa me puse a llorar, tumbada en la cama empapé la almohada de lágrimas.
El corazón se partió en mil pedazos, sentí un inmenso vacío en mi interior, las piernas me temblaban y solo podía llorar.
Largas tendidas horas estuve en mi cama, sin poder evitar que rodaran lágrimas por mi mejilla y cayeran en mi ropa y en mi almohada.
Pensaba y pensaba en él, en esos momentos en los que estuvo conmigo, en las alegrías que habíamos compartido...
Ahora ya no me queda nada de aquello, sólo : el recuerdo.
La lluvia caía con más fuerza ahora y él ya no estaba en la calle,
¿ Donde había ido ? No lo sé, ni siquiera le seguí con la mirada, me sumergí en un mundo de recuerdos enterrados en lo más profundo de mi memoria.
Cerré la ventana y eché una última mirada a la calle antes de correr la cortina.
No lo aseguro pero me pareció verle mojado con la mirada fija en mi ventana. No quise comprobarlo y sin pensarlo corrí la cortina y me alejé lentamente.
No me arrepiento de no haber vuelto a mirar, pues el tiempo me ha enseñado que el dolor da paso al RECUERDO.


BEATRIZ AZNAR LÓPEZ
BACHILLERATO

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