Mi Dulce Condena
La razón de mi destino
Es cumplir dulce condena:
a tu piel, encadenada,
de tus besos, prisionera,
guarecida en tu regazo,
amarrada a tus cadenas.
El presidio de tu cuerpo
pertenece a ley suprema:
es umbral de mi camino
y final de mi vereda.
Soy esclava y se me clava
el puñal de tu existencia:
te percibo en mis entrañas
empapada de tu ausencia.
A la luz de la penumbra
me derrito en tus caderas
y enredada en tu cabello
cuento airosa las estrellas.
Cuando el sol de tus pupilas
se haga noche en mi presencia
junto a ti tendré la muerte:
nuestra unión se hará perpetua.
Sara Vega Rojas
2º bachillerato A
DEJA que un libro te arrope,
Si tu alma tiene frio,
Sentirás el calor de un viejo amigo,
Pues no hay mejor abrigo.
Y AUNQUE las malas hierbas
Tus cultivos malogren,
Que nunca en tu jardín falten las rosas
Y menos por abril y por Sant Jordi.
NO CIERRES nunca tus puertas al amor,
Busca a tu principe,
Alcanza a tu princesa,
Arriesga en ese empeño el corazón
Y mata a tu dragón aunque te duela...
Juliana
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Sentir, amar
Poesías en el cuerpo,
mariposas en tu voz.
Dime tú si no es extraño,
dime tú si no es amor.
Cuando está lo necesitas,
si no está, piensas en él.
Pues una gran pasión te incita,
a abrazarlo otra vez.
El anhelo de su risa,
sobre el tacto de tu piel,
su presencia, tu vitamina,
un sinvivir, estar sin él.
Te imagino, y te sueño.
Júrame , y es la verdad,
que en los sentidos de mi cuerpo,
presente tú siempre estarás.
Reír y llorar,
amar y sufrir.
Ahora lo entiendo,
eso es amor.
Ahora lo entiendo,
todo es por ti.
DUNA
Mónica Belmonte
ESO 3ºA
